Tarde

. 18 de septiembre de 2006
0 Comentarios

Quien no comprende una mirada,tampoco comprenderá una larga explicación.

Quien no ve a quien tiene delante durante un año, cuando lo vea, lo habrá perdido. No hay maestros en la vida, ni canciones que consuelen.

Para quienes comprenden la vida

.
0 Comentarios

Si les decís: "La prueba de que el principito existió es que era encantador, que reía y que quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se existe", se encogerán de hombros y os tratarán como se trata a un niño.

Pero si les decís: "El planeta de donde venía es el asteroide B 612", entonces quedarán convencidos y os dejarán tranquilos sin preguntaros más. Son así. Y no hay que reprocharles. Los niños deber ser muy indulgentes con las personas grandes.

Pero, claro está, nosotros, que comprendemos la vida, nos burlamos de los números. Hubiera deseado comenzar esta historia a la manera de los cuentos de hadas. Hubiera deseado decir: "Había una vez un principito que habitaba en planeta apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo...". Para quienes comprenden la vida habría parecido mucho más cierto.

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

Las pupilas no tienen horizontes

. 7 de junio de 2006
0 Comentarios

En los ojos se abren
infinitos senderos.

Son de encrucijadas
de la sombra.

La muerte llega siempre
de esos campos ocultos.


Los ojos,
Federico García Lorca

Contesta

. 1 de junio de 2006
0 Comentarios


Dime por favor cuál es el cielo
que no tiene el calor de tu mirada
y cuál es el sol que tiene luz tan sólo
y no la sensación de que me llamas.

Jorge Luis Borges

Andar descalzo

.
0 Comentarios

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.

Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;

claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,

sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,

una bolsa de agua caliente,

un paraguas y un paracaídas;

si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.

Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.

Instantes, Jorge Luis Borges

El amor tantas veces no se habla

. 30 de mayo de 2006
0 Comentarios

Prometo no volver a suplicar nunca por nadie,
intentare no confundir los sueños con soñarte,
 
no seguiré esperando cada noche a los piratas,
que hunden cada barco que relleno con mi alma.

No quiero que se pierdan las miradas pero veo
que el amor tantas veces no se habla y no lo entiendo.

Confieso que fui yo quien más perdió aquella mañana
y que tú ganaste al fin la libertad sin desearla...

No puedo azucarar la inmensidad que ahora me falta
pero veo que es más fácil ignorar.

Promesas, Tiza

Nada sigue igual

. 26 de mayo de 2006
0 Comentarios


Es un gran misterio. Para vosotros, que también amáis al principito, como para mí, nada en el universo sigue siendo igual si en alguna parte, no se sabe dónde, un cordero que no conocemos ha comido, sí o no, a una rosa...

Mirad al cielo. Preguntad: ¿el cordero, sí o no, se ha comido la flor? Y veréis cómo todo cambia...

¡Y ninguna persona grande comprenderá jamás que tenga tanta importancia!

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

60 años en el desierto

. 22 de mayo de 2006
0 Comentarios



- El desierto es bello - agregó.
Es verdad. Siempre he amado el desierto. Puede uno sentarse sobre un médano de arena. No se ve nada. No se oye nada. Y sin embargo, algo resplandece en el silencio...
 
- Lo que embellece al desierto - dijo el principito - es que esconde un pozo en cualquier parte...
Me sorprendí al comprender de pronto el misterioso resplandor de la arena. Cuando era un muchachito vivía yo en una antigua casa y la leyenda contaba que allí había un tesoro escondido. Sin duda, nadie supo descubrirlo y quizá nadie lo buscó. Pero encantaba toda la casa. Mi casa guardaba un secreto en el fondo de su corazón...
 
- Sí - dije al principito -; ya se trate de la casa, de las estrellas o del desierto, lo que los embellece es invisible.



El Principito, Antoine de Saint-Exupéry


Pentagrama sin clave

. 20 de mayo de 2006
0 Comentarios

El canto primitivo que dices al silencio y la historia sonora que cuentas al ramaje
 

los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
 

tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

La lluvia, Federico García Lorca

Noche oscura

. 18 de mayo de 2006
0 Comentarios

Yo pronuncio tu nombre,
en esta noche oscura,

y tu nombre me suena
más lejano que nunca.

Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.


Federico García Lorca, Kandinsky

Eres responsable de tu rosa...

. 17 de mayo de 2006
0 Comentarios

- Lo esencial es invisible a los ojos - repitió el principito, a fin de acordarse.

- El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.

- El tiempo que perdí por mi rosa... - dijo el principito, a fin de acordarse.

- Los hombres han olvidado esta verdad - dijo el zorro -. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...

- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito, a fin de acordarse.

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry



Ojos verdes (III) Un beso que nunca llega, unos ojos que me hacen infeliz

. 15 de mayo de 2006
0 Comentarios

-¿Ves, ves el límpido fondo de este lago? ¿Ves esas plantas de largas y verdes hojas que se agitan en su fondo?... Ellas nos darán un lecho de esmeraldas y corales..., y yo..., yo te daré una felicidad sin nombre, esa felicidad que has soñado en tus horas de delirio y que no puede ofrecerte nadie... Ven; la niebla del lago flota sobre nuestras frentes como un pabellón de lino...; las ondas nos llaman con sus voces incomprensibles; el viento empieza entre los álamos sus himnos de amor; ven..., ven.

La noche comenzaba a extender sus sombras; la luna rielaba en la superficie del lago; la niebla se arremolinaba al soplo del aire, y los ojos verdes brillaban en la oscuridad como los fuegos fatuos que corren sobre el haz de las aguas infectas... Ven, ven... (...)

Dió un paso hacía ella..., otro..., y sintió unos brazos delgados y flexibles que se liaban a su cuello, y una sensación fría en sus labios ardorosos, un beso de nieve..., y vaciló..., y perdió pie, y cayó al agua con un rumor sordo y lúgubre.

Las aguas saltaron en chispas de luz y se cerraron sobre su cuerpo, y sus círculos de plata fueron ensanchándose, ensanchándose hasta expirar en las orillas.

Los ojos verdes, Gustavo Adolfo Bécquer



Amantes ausentes

. 13 de mayo de 2006
0 Comentarios


Ya se fue la diosa. ¿La volveré a ver? Quisiera apartar de mi pensamiento toda tristeza, para que mis letras no lleguen a ti impregnadas de una melancolía que, por nada del mundo quisiera que fuese contagiosa. Hay que buscar razones para consolarse de lo inevitable. Así, pienso yo que los amores, aún los más realistas, se dan en sus tres cuartas partes en el retablo de nuestra imaginación. 

Por eso la ausencia tiene también su encanto, porque al fin, es un dolor que se espiritualiza con el recuerdo de las presencias. Acaso todas las diferencias entre los hombres son de memoria y fantasía. Saber recordar, saber imaginar ... Tal vez el amor no es más que eso, y donde eso acaba, comienza la materia, la muerte. (...) 

Mientras podemos recordar, -recordarnos-, vivimos, y la vida tiene un valor: el de nuestras imágenes.

Y ahora te veo yo, diciéndome ¡adiós! con la mano, el día de nuestra última entrevista, y tras esa imagen se me va el corazón, tantas veces como la evoco. Y para consolarme traigo a la memoria, la radiante sorpresa de tu llegada, el último día que nos vimos. Lo maravilloso del espíritu es el poder milagroso de elegir entre las imágenes, y cambiar a voluntad unas por otras. (...) Aunque de cuando en cuando, diosa mía, me invade una enorme tristeza. Porque aunque la fantasía pone mucho para consuelo de amantes ausentes, no llega a tener la virtud de la presencia real.

Cartas, Antonio Machado

Mueres lentamente

.
0 Comentarios

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Artículo, Pablo Neruda

Ojos verdes (II)

.
0 Comentarios



-¿Quién eres tú? ¿Cuál es tu patria? ¿En dónde habitas? Yo vengo un día y otro en tu busca, y ni veo el corcel que te trae a estos lugares ni a los servidores que conducen tu litera. Rompe de una vez el misterioso velo en que te envuelves como en una noche profunda. Yo te amo, y, noble o villana, seré tuyo, tuyo siempre. (...)

Ella era hermosa, hermosa y pálida como una estatua de alabastro. Y uno de sus rizos caía sobre sus hombros, deslizándose entre los pliegues del velo como un rayo de sol que atraviesa las nubes, y en el cerco de sus pestañas rubias brillaban sus pupilas como dos esmeraldas sujetas en una joya de oro.(...)


-¡No me respondes! -exclamó al ver burlada su esperanza-. ¿Querrás que dé crédito a lo que de ti me han dicho? ¡Oh, no!... Háblame; yo quiero saber si me amas; yo quiero saber si puedo amarte, si eres una mujer...

-O un demonio... ¿Y si lo fuese? (...)

-Si lo fueses..., te amaría..., te amaría como te amo ahora, como es mi destino amarte, hasta más allá de esta vida, si hay algo más de ella.

Los ojos verdes, Gustavo Adolfo Bécquer

Elegimos

.
0 Comentarios






La mayoría de nosotros progresamos con mucha lentitud. Pasamos de un mundo a otro casi exactamente igual, olvidando en seguida de dónde habíamos venido, sin preocuparnos hacia dónde íbamos, viviendo sólo el momento presente. ¿Tienes idea de cuantas vidas debimos cruzar antes de que lográramos la primera idea de que hay más en la vida que comer, luchar o alcanzar el poder en la bandad? Mil vidas, Juan, diez mil! Y luego cien vidas más hasta que empezamos a aprender que hay algo llamado perfección, y otras cien para comprender que la meta de la vida es encontrar esa perfección y reflejarla.
 
La misma norma se aplica ahora a nosotros, por supuesto: elegimos nuestro mundo venidero mediante lo que hemos aprendido en éste. No aprendas nada, y el próximo mundo será igual que éste, con las mismas limitaciones y pesos de plomo que superar.
 
Pero tú, Juan - dijo -, aprendiste tanto de una vez que no has tenido que pasar por mil vidas para llegar a ésta.

Juan Salvador Gaviota, R. Bach

Ojos verdes

. 4 de mayo de 2006
0 Comentarios

Yo creí ver una mirada que se clavó en la mía; una mirada que encendió en mi pecho un deseo absurdo, irrealizable: el de encontrar una persona con unos ojos como aquellos.

En su busca fuí un día y otro a aquél sitio. (…)
Sus cabellos eran como el oro; sus pestañas brillaban como hilos de luz, y entre las pestañas volteaban inquietas unas pupilas que yo había visto... sí; porque los ojos de aquella mujer eran los que yo tenía clavados en la mente; unos ojos de un color imposible; unos ojos...
¿Sabes tú lo que más amo en este mundo? ¿Sabes tú por qué daría yo el amor de mi padre, los besos de la que me dió la vida, y todo el cariño que puedan atesorar todas las mujeres de la tierra?

Por una mirada, por una sola mirada de esos ojos... ¡Cómo podré yo dejar de buscarlos!

Los ojos verdes, Gustavo Adolfo Bécquer

Mi ilusión de cada día

.
0 Comentarios

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

Poema XII, Pablo Neruda

Sí, sí, te quiero

.
0 Comentarios

- Adiós -dijo a la flor.

Pero la flor no le contestó.

- Adiós -repitió.

La flor tosió. Pero no por el resfriado.

- He sido tonta - le dijo por fin -. Te pido perdón. Procura ser feliz.
 
Quedó sorprendido por la ausencia de reproches. Permaneció allí, desconcertado, con el globo en la mano. No comprendía esa calma mansedumbre.

- Sí, sí, te quiero - prosiguió la flor -. No has sabido nada, por mi culpa. No tiene importancia. Pero has sido tan tonto como yo. Procura ser feliz...

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

Rompe las cadenas de tu pensamiento

.
0 Comentarios

... y sus alumnos se dormirían, rendidos después de un día de volar. Les gustaba practicar porque era rápido y excitante y les satisfacía esa hambre por aprender que crecía con cada lección. Pero ni uno de ellos, ni siquiera Pedro Pablo Gaviota, había llegado a creer que el vuelo de las ideas podía ser tan real como el vuelo del viento y las plumas.

- Tu cuerpo entero, de extremo a extremo del ala - diría Juan en otras ocasiones-, no es más que tu propio pensamiento, en una forma que puedes ver. Rompe las cadenas de tu pensamiento, y romperás también las cadenas de tu cuerpo. - Pero dijéralo como lo dijera, siempre sonaba como una agradable ficción, y ellos necesitaban más que nada dormir.

Juan Salvador Gaviota, R. Bach


Sin limitaciones...

.
0 Comentarios

El secreto, según Chiang, consistía en que Juan dejase de verse a sí mismo como prisionero de un cuerpo limitado, con una envergadura de ciento cuatro centímetros y un rendimiento susceptible de programación. El secreto era saber que su verdadera naturaleza vivía, con la perfección de un número no escrito, simultáneamente en cualquier lugar del espacio y del tiempo.

Juan se dedicó a ello con ferocidad, día tras día, desde el amanecer hasta después de la medianoche. Y a pesar de todo su esfuerzo no logró moverse ni un milímetro del sitio donde se encontraba.

- ¡Olvídate de la fe! -le decía Chiang una y otra vez-. Tú no necesitaste fe para volar, lo que necesitaste fue comprender lo que era el vuelo. Esto es lo mismo. Ahora inténtalo otra vez...

Así, un día, Juan, de pien en la playa, cerrados los ojos, concentrado, como un relámpago comprendió de pronto lo que Chiang habíale estado diciendo.

- ¡Pero si es verdad! ¡Soy una gaviota perfecta y sin limitaciones! - Y se estremeció de alegría.

- ¡Bien! - dijo Chiang, y hubo un tono de triunfo en su voz.

Juan abrió sus ojos. Quedó solo con el Mayor en una playa completamente distinta; los árboles llegaban hasta el borde mismo del agua, dos soles gemelos y amarillos giraban en lo alto.

- Por fin has captado la idea - dijo Chiang-, pero tu control necesita algo más de trabajo...

Juan se quedó pasmado.

- ¿Dónde estamos?

En absoluto impresionado por el extarño paraje, el Mayor ignoró la pregunta.

- Es obvio que estamos en un planeta que tiene un cielo verde y una estrella doble por sol.

Juan Salvador Gaviota, R. Bach

Eres mi rosa?

.
0 Comentarios

- Ve y mira nuevamente las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós; y te regalaré un secreto.

El principito se fue a ver nuevamente las rosas.

- No sois en absoluto parecidas a mi rosa; no sois nada aún - les dijo -. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. (...) 
-Sois bellas, pero estáis vacías - continuó -. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa que he regado. Puesto que es ella la rosa que puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o aún, algunas veces, callarse. Porque ella es mi rosa.
 
El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

Tienes cabellos color de oro

. 9 de abril de 2006
0 Comentarios

- ¿Qué significa domesticar? (...)
 
- Significa crear lazos. (...) No te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo... (...) Si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. (...) ¡Será maravilloso! Tú tienes cabellos color de oro. El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo... 

 

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

Citas y reflexiones (I)

. 5 de abril de 2006
0 Comentarios

La mirada indiferente es un continuo adiós.
Malcolm de Chazal (1902), poeta de Isla Mauricio.

El amor es el centro, porque es lo único de nuestro ser que da sonido.
María Zambrano (1904-1991), filósofa española.

No echéis vuestras perlas a los cerdos, porque las pisotearán.
Evangelio de Mateo.

El amor es el deseo infinito del beso eterno.
Nieves Xenet (1859-1915), poetisa cubana.

No olvides que el primer beso se da con los ojos.
O.K. Bernhardt (1800-1875), escritor alemán.

Fazer arquitetura é criar beleza.
Oscar Niemeyer (1909), arquiteto brasileiro.

Dudas

.
0 Comentarios

De este modo, el principito, a pesar de la buena voluntad de su amor, pronto dudó de ella. Había tomado en serio palabras sin importancia y se sentía muy desgraciado.

- No debí haberla escuchado - me confió un día -; nunca hay que escuchar a las flores. Hay que mirarlas y aspirar su aroma. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no podía gozar con ello. La historia de las garras, que tanto me había fastidiado, debe de haberme enternecido...

Y me confió aún:

- No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba. ¡No debí haber huído jamás! Debí haber adivinado su ternura, detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla. (...)

- Adiós - dijo a la flor.
Pero la flor no le contestó.
- Adiós - repitió. (...)
- He sido tonta - le dijo por fin -. Te pido perdón. Procura ser feliz.

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

Solitary confinement...

.
0 Comentarios

Ocean burp...

.
0 Comentarios


Los genios no tenemos derecho a morir

. 30 de marzo de 2006
0 Comentarios


“Los genios no tenemos derecho a morir, porque el mundo y la sociedad nos necesitan para seguir evolucionando.” 

A la vez, imploraba entre lágrimas, en el hospital:
"¡Quiero vivir, quiero vivir!”

Como Picasso, no pudo soportar la idea de la muerte.
“Lo que me gustaría es la inmortalidad de verdad, no morirme, porque la idea de la muerte es lo único que me angustia. Prefiero hacer cuadros malos y vivir más tiempo”.

A partir de la década de los cincuenta, Dalí vive una etapa aparentemente religiosa, pero que sospechosamente coincide con su vuelta a España. Hace entonces un Manifiesto místico (1951), y su interés por Santa Teresa y San Juan de la Cruz dan origen a su conocido Cristo (1951). Es en realidad un retorno al orden, un regreso a los pintores del pasado que tanto admiraba, como Velázquez o Vermeer. Pinturas religiosas como La última cena (1955) o Hábeas hypercubus (1954) pueden dar la impresión de una fe auténtica, pero en realidad no es más que un mero señuelo para volver a aparecer en los medios, como demuestra el hecho de que en ese mismo período haga obras tan provocadoras como su Joven virgen autosodomizada (1954).

Los últimos cuatro años de su vida los pasa encerrado en una habitación, con la mirada puesta en los muros de su gran obra, el Teatro-Museo que inauguró en 1972. Allí ve “una pared erosionada por el cielo que siempre había buscado a través de la confusa carne de mi vida”. Pero este es “un cielo que sólo se encuentra en el corazón de los hombres que tienen fe”. Así que “por eso me temo que yo moriré sin Cielo”.

“Creo en Dios”, dice Dalí, “pero no tengo la fe”. Ya que “por las matemáticas y las ciencias particulares sé que es indiscutible que Dios tiene que existir, pero no me lo creo”. Esa misma paradoja, es a la que según Pablo en Romanos 1, todo hombre se enfrenta. Ya que en el fondo de nuestro corazón, sabemos que Dios existe, así que no tenemos excusa (v. 20). Pero no le adoramos, sino que nos envanecemos en nuestros razonamientos, por lo que nuestro necio corazón ahora se ha entenebrecido (v. 21) .Dalí dio su corazón a una criatura, en vez de al Creador.

El gran ocaso del Dalí humano comienza al fallecer su musa y pareja Gala en 1982, con la gran diferencia (respeto a Cristo) de que “su amor no puede salvarle de la muerte".

Artículo, De Segovia.

Mundo do fim do Mundo

.
0 Comentarios

 
Um inglês passou por estes lugares e os olhou sem entender nada. Escreveu assim: 
 
"Tristes solidões onde a morte, bem mais do que a vida, parece reinar soberanamente". 
 
Não entendeu nada, e por isso mentiu como um bom inglês. Chamava-se Charles Darwin.

Mundo do fim do Mundo, Luis Sepúlveda

Espejos

.
0 Comentarios

El aire rebosa de las infinitas imágenes de los cuerpos que por el aire están dispersos. Todas están represetnadas en todas, todas en una y todas en cada una; de donde resulta que, si emplazamos dos espejos frente a frente y en un mismo plano, el primero se refleja en el segundo y el segundo en el primero. El primero, reflejándose en el segundo, lleva consigo su propia imagen y todas las imágenes reflejadas en él, entre ellas, la imagen del segundo espejo. Y así, imágenes dentro de imágenes, hasta el infinito; de suerte que cada espejo contiene en su interior una serie de espejos en la que cada uno es menor que el anterior y en él anida. 
 
 
Tratado de Pintura, Leonardo da Vinci

Errores estructurales

. 22 de marzo de 2006
0 Comentarios

Desde el momento que el hombre comenzó a erigir estructuras, éstas comenzaron a fallar. En los tiempos prehistóricos las casas de piedra se construían ininterrumpidamente por Asia Menor, Grecia, Creta, Cerdeña, el sur de Francia e Inglaterra, pero sólo unas pocas sobrevivieron intactas después de 2000 ó 5000 años. 

Las pirámides de Egipto se encuentran entre las siete maravillas del mundo: el Coloso de Rodas, una estatua de bronce que representa a Helios, el dios del sol y mide más de 30,48 metros de altura, desapareció y un terremoto destruyó el faro de Alejandría (Egipto) que según algunos historiadores medía 60,96 metros y según otros 182,88 metros. Derrumbes y errores plagaron algunos de los más grandes monumentos de la historia.
La cúpula de Santa Sofía de Constantinopla comenzó a mostrar signos de debilidad durante su construcción y la tradición cuenta que fue salvada por intervención del emperador Justiniano, que urgió al arquitecto Anthius a arreglar uno de sus arcos principales que se estaba cayendo, porque, "cuando se sostenga a sí mismo no necesitará más los montantes que tiene debajo de él." No obstante, des pués de dos terremotos, el arco del lado este se derrumbó en el año 557, el del lado oeste en el año 989 y el del este, por segunda vez en 1346. La cúpula se hizo estable recién en 1847 colocando cadenas de hierro alrededor de la base.

La obra maestra de la arquitectura gótica, la Catedral de Saint Pierre, en Beauvais, que tenía las bóvedas principales del coro, se derrumbó en 1284, sólo doce años después de su finalización y su torre de 153,01 metros se desplomó trece días después de haberla levantado en 1573. Las grandes cúpulas del Renacimineto italiano, las de Santa María degli Angeli, en Florencia y la de San Pedro en Roma, se resquebrajaron y muy pocos de los monumentos del pasado que aún sobrevivien no muestran signos de debilidad hoy en día.
 
Estructuras para Arquitectos, Mario Salvadori

Eduardo Chillida

. 16 de marzo de 2006
0 Comentarios





Inicialmente futbolista, tras una fractura de rodilla cambió sus guantes de portero titular en la Real Sociedad de Fútbol por unas manos desnudas a la búsqueda de volúmenes incitado por su vocación artística. Se inició en el mundo del arte en 1942, con unos estudios de arquitectura que abandonaría para dedicarse al dibujo y la escultura en una academia. 
 
Se mudó a París, donde debutó en 1950 con la muestra Les Mains Eblouis. Impresionado por la escultura griega, empezó a trabajar en yeso para pasar luego al hierro, su materia favorita. Su talento, equiparable al de Brancusi o Giacometti, fue pronto reconocido internacionalmente y su obra queda repartida en los mejores museos y colecciones públicas y privadas. Una gran parte de la producción artística de Eduardo Chillida está constituida por obras nomumentales destinadas a espacios públicos. En este sentido, la obra más monumental concebida por Chillida, su Proyecto para la Montaña Tindaya en Fuerteventura, quedó perfectamente definido y en fase de estudio cuando el escultor falleció. 
 
Podemos destacar también la obra titulada Elogio del horizonte que domina el promontorio del Cerro de Santa Catalina, también denominado La Atalaya, en Gijón, Principado de Asturias. En la última parte de su vida, el propio Chillida constituyó el museo Chillida-Leku, inaugurado el año 2000 en el caserío de Zabalaga (en el municipio de Hernani, junto a San Sebastián) una hermosa construcción tradicional vasca remodelada por el escultor y rodeada de un gran espacio de jardines que hoy albergan la que es posiblemente la mayor colección de la obra del artista.

Niemeyer 99

. 8 de marzo de 2006
0 Comentarios





El arquitecto Óscar Niemeyer, a punto de cumplir los 100 años, ha terminado el auditorio del Parque do Ibirapuera, en São Paulo. Comenzó a intervenir en dicho parque con motivo de la celebración de los 400 años de la ciudad, en 1951. El proyecto contaba con múltiples piezas, de las cuales se realizaron varias: el Museu Aeronáutico, conocido como Oca, el edificio de la Bienal, varios edificios administrativos y una gran marquesina que los unía. 
El auditorio es un trapecio en planta, con sección triangular, y parte clave del proyecto inconcluso en el parque. Está asentado sobre el suelo, es de hormigón y de un blanco deslumbrante. El rojo de la marquesina metálica y del portón trasero ponen el contraste, así como la espiral interior de la artista Tomie Othake. Niemeyer llegó a proponer varias soluciones y versiones al cabo de los años. Ahora, con la celebración de los 450 años de la ciudad de São Paulo, se impulsó la continuación del proyecto. No obstante, el arquitecto proyectó dos piezas más, que posiblemente se realicen en 2007.

Gaudí

. 5 de marzo de 2006
0 Comentarios

El 12 de junio de 1926 parecía que la mitad de Barcelona estaba guardando luto. Un cortejo fúnebre, de aproximadamente un kilómetro, se dirigía con lentitud desde el hospital de la Santa Cruz, en la ciudad antigua, hacia la Sagrada Familia. Millares de personas se detenían en las calles para rendirle el último honor: Antoni Gaudí i Cornet, "el arquitecto más genial", tal y como le llamaría el pintor uruguayo Joaquim torres García, "el más catalán entre los catalanes". Casi todos los altos digantarios de la región tomaron parte en el cortejo fúnebre. 

Gaudí se había convertido desde hacía tiempo en uno de los héroes populares. El gobierno ordenó que su cadáver fuera depositado en la cripta de la iglesia inconclusa, el Papa dió su conformidad. Gaudí encontró el último reposo en el lugar donde había trabajado 43 años de su vida y al que había dedicado sus 12 últimos años en exclusiva. Había creado su propia patria personal donde se le dedicó un glorioso sepulcro. Cinco días antes las cosas habían sido completamente distintas. 

Como todas las tardes después del trabajo, estaba dando su paseo habitual a la iglesia de San Felipe Neri para orar; en el camino es atropellado y arrastrado por un tranvía. Gaudí cae al suelo inconsciente, pero nadie reconoce al arquitecto que, si bien era una figura renombrada en la ciudad, nadie conocía en presona. Los taxistas, al ver a ese hombre de vestimenta pobre, se negaron a llevarle a un hospital (lo que más tarde les ocasionaría una fuete sanción; algunos transeúntes caritativos se ocuparon de él). Un caprichoso final para uno de los arquitectos más famosos de España, si bien la vida de Gaudí habría de caracterizarse por esa extraña mezcla de contradicciones.

Antoni Gaudí, pg. 6, Rainer Zerbst, Ed. Taschen

Veleros y cruceros

. 2 de marzo de 2006
0 Comentarios

El diseño de veleros y barcos en general posee muchos aspectos parejos al diseño arquitectónico. Hay infinidad de diseños y posibilidades. A lo largo de la historia se han intentado imponer fórmulas mágicas de control, y las opiniones han variado desde posiciones conservadoras a otras más abiertas; lo más efectivo siempre ha sido la experiencia y buen ojo para el diseño.

También a lo largo de la evolución del diseño de veleros se ha dado el gusto por proyectos imposibles y fantásticos, llenos de quillas, protuberancias, aerofolios y demás artilugios.
La historia ha demostrado que se partió de naves de crucero, donde primaban esas cualidades de travesía, y pasó por fases intermedias donde crecía cada vez más la importancia de la velocidad, hasta llegar a la situación actual, donde es primordial en muchos aspectos. La eterna cuestión es si un crucero puede ser también un barco de carreras, y en ese intento han invertido su tiempo buena parte de los diseñadores.

Crucero es una manera de vivir más que un deporte. Es sinónimo de navegación agradable, de respuesta amable a la furia del mar, e implica habitabilidad. Debe permitir un entorno para la tripulación que le asegure tranquilidad, descanso y ausencia de balanceos y oscilaciones. El máximo ejemplo se da en el Dorade.

El deseo de velocidad debe equilibrarse con otros aspectos y permitir así el desempeño del barco en todo tipo de mares y climas. Confort, conveniencia y seguridad.

La primera etapa de veleros, partiendo del Jolie Brise hasta el Volunteer, es la llamada de barcos de crucero y competición, o tradicionales. Se parte de un diseño eficaz, y se introducen cambios en el casco, mejorando así las prestaciones de velocidad.

El Wenonah inauguró una serie de veleros de desplazamiento ligero, con poca quilla sumergida y el timón separado de ésta. Los lastres, en forma de bulbo, hacen que sean eficaces para cortas distancias pero inaptos para mar abierto. Requieren buena mar, porque su estabilidad es más reducida. Limitan, por lo tanto, la función.

Fueron muy criticados. Con el paso del tiempo, los yates pasaron a ser una clase distinta dentro de ellos mismos, pues su uso pasó a ser puramente recreativo o de placer. Cambia, por lo tanto, la función. Empiezan a surgir regatas donde la regla única es cruzar primero la meta. Se emplea a fondo la regla física de que los más largos veleros son los más rápidos.

El Flying Fifteen se encuadra en una serie de veleros planos y de competición, con mínima superficie bajo el agua.

Lo esencial es invisible a los ojos

. 27 de febrero de 2006
0 Comentarios

Y volvió hacia el zorro.
- Adiós - dijo.
- Adiós - dijo el zorro -. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos - repitió el principito, a fin de acordarse.
- El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
- El tiempo que perdí por mi rosa... - dijo el principito, a fin de acordarse.
- Los hombres han olvidado esta verdad - dijo el zorro -. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito, a fin de acordarse.

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

Portada de La Latina

. 25 de febrero de 2006
0 Comentarios


El Hospital de La Latina fue fundado en 1499 por el general de artillería Francisco Ramírez, con licencia del Papa Alejandro VI, bajo el nombre de Hospital de la Concepción de Nuestra Señora. El apodo por el cual es conocido se debe a que la esposa del general, doña Beatriz Galindo, profesora de latín y Camarera Mayor de la Reina Isabel la Católica, era conocida como “La Latina”.

Atendido por cinco beatas, el hospital tenía capacidad para doce enfermos seglares además de para seis sacerdotes que se situarían en una sala aparte. En 1808, durante la invasión francesa, estuvo habilitado como hospital militar, y en 1860 se creó en su interior una consulta oftalmológica.
 

Según la tradición fue construido posiblemente en 1507 por un arquitecto magrebí, al que se le conocía como Maese Hazán. Es un edificio completamente ciego, con ventanas minúsculas con agimez (miradores de madera que permiten ver sin ser visto).
En cuanto a la portada propiamente dicha, es gótica, del estilo de Juan Guas. Está formada por una ojiva flanqueada por unos escudos de armas, y sobre la que se sitúa un grupo escultórico que representa a la Visitación.
Juan Guas es el maestro
de las portadas, con muchas obras muy afortunadas. Fue arquitecto cortesano de la Reina Isabel, y estaba influenciado por la temática flamenca y mudéjar.
 

El Hospital de la Latina fue derribado en 1904 para ensanchar la calle Toledo. En 1961 la portada fue colocada en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, montada por Fernando Chueca Goitia.

De la elección de hermosos rostros

.
0 Comentarios

No me parece parco donaire el de aquél pintor que da un aire gracioso a sus pinturas, gracia que, si por naturaleza él no tiene, adquiere por incidental estudio; de esta manera: mira a tu alrededor y toma los aspectos placenteros en muchos rostros bellos, cuya belleza esté confirmada más por pública fama que por tu propia opinión, pues te podrías engañar eligiendo rostros que se asemejasen al tuyo. 
 
A veces, en efecto, tales semejanzas nos placen, de suerte que, si tú fueras mal parecido, optarías por rostros nada hermosos y éstos harías deformes, como tantos pintores cuyas figuras se asemejan en ocasiones al maestro. Toma, pues, las bellezas cuál te digo y guárdalas en la memoria.

Tratado de Pintura, Leonardo Da Vinci

Diferencia entre la poesía y pintura

. 24 de febrero de 2006
1 Comentarios




La pintura se te presenta sin demora tal cual por su autor fue engendrada, y tanto placer concede al más noble sentido, cuanto pueda concederlo alguna cosa creada por la naturaleza. Pero el poeta, que ofrece las mismas cosas al sentido común por vía del oído, sentido inferior, no proporciona al ojo un placer mayor que si oyéramos contar alguna cosa. 
Verás ahora qué diferencia existe entre oír contar una cosa, que al ojo de placer en dilatado plazo, y verla con aquella presteza con que se ven las cosas naturales; y verás que, aun cuando las obras de los poetas son leídas en un largo intervalo de tiempo, muy a menudo no son entendidas. En efecto: es preciso acompañarlas de diversos comentarios, con cuyo concurso en rarísimas ocaciones comprenden los comentadores el espíritu del poeta. 
Por lo que toca a los lectores, ocurre con frecuencia que no leen, por falta de tiempo, sino una pequeña parte de sus obras, en tanto que las obras del pintor con comprendidas de inmediato por sus contempladores.

Tratado de Pintura, Leonardo da Vinci

Citas náuticas

. 22 de febrero de 2006
0 Comentarios

A joven sur y norte viejo no le fíes tu pellejo.
Al viento fuerte el fin le vino, con un aguacero corto y frío.
Animales perezosos, tiempo tormentoso.
Arrebol a la mañana, a la noche es agua.
Arrebol de Oriente, agua amaneciente.
Arrebol de todos los cabos, tiempo de los diablos
Arrebol por las noches, a la mañana son soles.
Atrás de un aguacero viento menos severo.
Aurora rubí, llover luego siempre ví.
Ave de mar que busca madriguera anuncia tempestad de esta manera.
Barco a la capa, marinero a la hamaca.
Barre el cielo el Pampero después de algún aguacero.
Buque que a otro alcanza, gobernará sin tardanza.
Cielo aborregado, a los tres días mojado.
Cielo empedrado, suelo mojado.
Cielo jaspeado viento fresco, agarrado.
Cielo mellado, el otro día mojado.
Cielo rojo a la alborada cuidar que el tiempo se enfada.
Cielo rojo al amanecer, el mar se ha de mover.
Cielo rojo vespertino, la esperanza es del marino
Cielo sin nubes y estrellas sin brillo, toma a la gavia un ricillo.
Coderas y anclas cuidadas evitan tristes garreadas.
Con calma y oportunamente, dar atrás es conveniente, si choca y se va a pique, es inútil que se grite.
Con el tiempo muy seguro en el verano el sol conduce al viento de la mano
Con viento de popa y poco andar el barco se ha de atravesar.
Cuando el barómetro oscila lentamente, es que gran viento presiente.
Delfines que mucho saltan viento traen y calma espantan.

Cibernáutica

Sudoku, el origen

. 20 de febrero de 2006
0 Comentarios

El origen del sudoku como pasatiempo es controvertido, pero no así su éxito, ya que 2005 fue el año en el que saltó al panorama internacional, de la mano de importantes periódicos de muchos países, que los publicaron en sus secciones de pasatiempos.
 
Posiblemente, el pasatiempo se creó en base a los trabajos matemáticos de Leonard Euler, matemático suizo del siglo XVIII. Estrictamente, un sudoku es un cuadrado latino, término matemático que designa una matriz de n×n elementos, en la que cada casilla está ocupada por uno de n símbolos de tal modo que cada uno de ellos aparece exactamente una vez en cada columna y en cada fila. Euler los utilizó en sus cálculos de probabilidades.
 
Hay precedentes de editoriales americanas, a finales de los 70, y japonesas, en los 80, que lo publicaron con distintos nombres. Concretamente, el periódico Monthly Nikolist en abril de 1984 publicó con el nombre Sūji wa dokushin ni kagiru. Las primeras letras de cada palabra forman el acrónimo sudoku. En 1997 un neozelandés "descubrió" para sí el juego, y desarrolló durante años un sistema informático que permitiese generalos y resolverlos, y lo promovió en diarios de Gran Bretaña. The Times publicó el juego el 12 de noviembre de 2004 con el nombre Su Doku. A partir de ahí, la fama del juego creció exponencialmente, junto al número de publicaciones que lo ofrecen.
 

El sudoku es sencillo, adictivo, fácil de transportar, guardar, y cuenta con distintos niveles de dificultad, proporcionando una satisfacción relativamente rápida y grande al solucionar uno. Estrictamente, como cuadrado latino, puede tener un número indefinido de cuadrículas, y los elementos pueden ser cualesquiera: números, letras,... No obstante, el más popular y universal es el de una tabla de 9x9 con subtablas de 3x3 (llamadas regiones).
Y en cuanto a las reglas, se trata de rellenar las casillas en blanco, de modo que no haya elementos repetidos en la misma fila, columna o región.