El buque Nuestra Señora de las Mercedes resucitó en el siglo XXI, tras permanecer hundido desde el 5 de octubre de 1804. Al final de su primera vida, junto a otras naves (Medea, Santa Clara y Fama) fue atacado por una escuadra inglesa que buscaba apropiarse de su cargamento de oro y plata.
Pero el tesoro acabó en el fondo del mar, tras el ataque del buque anglosajón Amphion, junto a 269 personas. Entre ellas, la esposa y los siete hijos de su capitán Diego de Alvear. Los británicos sólo perdieron a dos marinos.
Posteriormente el capitán se casó con una inglesa, y fue indemnizado con 12.000 libras por el ataque injustificado en tiempos de paz.
Su segunda vida comenzó con un bautismo, Cisne Negro - según la compañía Odissey - negando su pasado y reduciéndolo a toneladas de monedas de oro y plata sin dueño, valoradas en quinientos millones de dólares. Hablaban inglés, sí, pero esta vez, eran americanos.
También hablaba inglés el juez que impidió la repetición de la historia, dictaminando que el acto cometido fue de piratería, que el cargamento pertenece a la armada española, y que por ende, debe ser devuelto.
¿Correrán la misma suerte los más de 3.000 naufragios españoles que hay en ultramar?
2 Comentarios:
Según se mire también el cisne negro llevaba un cargamento pirata, a lo mejor habría que devolver parte a los países de origen
Está claro que todo el mundo va a querer su parte, pero los americanos no tenían nada que ver con el pastel... No me parece mal que den parte del dinero para ayudar a Sudamérica
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