Refiere una leyenda croata que, al principio, no existía más que Dios, pero Dios dormía y soñaba.
Este sueño duró siglos enteros. El momento fijado para que despertara llegó. Lo hizo bruscamente, miró en torno suyo, y de cada una de esas miradas nació una estrella.
Dios mismo se sorprendió de ello y comenzó a viajar para ver lo que sus ojos habían creado. Viajó, viajó interminablemente. Al fin llegó a nuestra tierra, pero estaba ya fatigado. Las gotas de sudor caían de su frente. Una de estas gotas adquirió alma, y ella fue el primer hombre.
Así el hombre nació de Dios. Pero no fue creado para los placeres: nació del divino sudor, y desde su origen quedó destinado a sufrir y a trabajar.
Las mejores leyendas mitológicas, José Repollés
1 Comentarios:
Es curioso como muchas leyendas sobre el origen de todo tienen similitudes con el Big Bang.
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