
A veces, en efecto, tales semejanzas nos placen, de suerte que, si tú fueras mal parecido, optarías por rostros nada hermosos y éstos harías deformes, como tantos pintores cuyas figuras se asemejan en ocasiones al maestro. Toma, pues, las bellezas cuál te digo y guárdalas en la memoria.
Tratado de Pintura, Leonardo Da Vinci
Tratado de Pintura, Leonardo Da Vinci
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